sábado, 18 de julio de 2015

En honor a Borges



 Jimena Silva Cubillos

Casi 10 años le tomó al coleccionista de arte y editor de libros italiano Franco María Ricci realizar uno de sus más ambiciosos proyectos: un laberinto vegetal de ocho hectáreas. Ubicado en Fontanellato, cerca de Parma, en el norte de Italia, es reflejo de su admiración por el escritor argentino Jorge Luis Borges.
  
Franco María Ricci dejó todo para trabajar por concretar un sueño. Un día hace diez años este coleccionista, bibliófilo, editor de arte y diseñador nacido en Parma renunció a su empleo, vendió la editorial FMR y anunció que se dedicaría a cultivar su jardín. Sus conocidos nunca imaginaron que se refería a un laberinto.



El Laberinto de la Masone -como ha sido bautizado- es un parque cultural concebido para atraer al público a conocer su fundación; iniciativa que se traduce en un museo donde se exhibe una colección de más de 500 piezas entre pinturas, esculturas y objetos de arte que datan de los siglos XVI al XX, una biblioteca especializada en tipografía y diseño gráfico con 15.000 volúmenes, y espacios para eventos y exposiciones temporales. Los edificios fueron proyectados por Pier Carlo Bontempi, a base de ladrillos, mientras que la geometría del parque es obra de Davide Dutto. El conjunto fue pensado para relajarse, disfrutar y admirar la belleza, pero también busca ser un aporte al valle del Po, región geográfica del norte de Italia a la que pertenece.

-Para las construcciones recurrí a un arquitecto local, famoso por su gusto y perspectiva neoclásica. Y empecé a trabajar la parte botánica con el arquitecto Dutto porque me propuso un interesante proyecto editorial: utilizar un nuevo software para reconstruir la isla de Citera, el lugar descrito en el más preciado de los libros impresos, "El Sueño de Polífilo", publicado en 1499 por Aldus Manutius -explica Ricci, quien asoció esas imágenes con un laberinto porque siempre le han fascinado: "Junto a los jardines, se encuentran entre las invenciones más antiguas de la humanidad. Es una creación del poder y una fuente de confusión; reflejan nuestra experiencia perpleja de la realidad".

El proyecto del laberinto también tuvo su origen en una promesa que Franco María Ricci le hizo, en 1977, a su amigo, el célebre escritor argentino Jorge Luis Borges, que siempre estuvo fascinado por su simbología como una metáfora de la condición humana. Para definir su trazado, se inspiraron en un patrón de laberinto romano -tienen ángulos rectos y se dividen en cuadrantes-, aunque tampoco presenta un diseño común porque incluye algunas "trampas por aquí y por allá" (uniones y callejones sin salida). Su perímetro recrea una estrella con ocho puntas, constituida por cuadrados vegetales que se interconectan y encierran. Al centro, alberga uno de los edificios principales, y este a su vez rodea un patio. En ese sector también hay una capilla católica en forma de pirámide, en conmemoración de la antigua relación entre los laberintos y la fe.

La estructura -que se extiende sobre una superficie de ocho hectáreas y contiene tres kilómetros de recorridos- está hecha de distintas variedades de bambú. Escogieron esta planta porque además de ser fácil de cultivar, muy bonita y de crecimiento rápido, no pierde todas sus hojas en el invierno, no se ve afectada por enfermedades y purifica el aire del dióxido de carbono.

-Mi pasión por el bambú -esa planta elegante, que rara vez se utiliza en el oeste, especialmente en Italia, donde a menudo es confundida con cañas- me dio el material para el proyecto -afirma Franco María Ricci. En total, usaron sobre 200.000 matas, principalmente de tres especies, cuyas alturas varían entre 30 cm y 15 metros.

Pensado como propuesta cultural de ensueño, casi surrealista, donde pasear y reflexionar, el Laberinto de la Masone recién abrió a público hace poco más de un mes. "El propósito de esta creación es ser el instrumento para un viaje de nuestra mente; la expresión práctica de perdernos nosotros mismos, sin ansiedad, con el fin de encontrarnos de nuevo".

Fuente : El Mercurio  -  Chile  -  sábado, 18 de julio de 2015



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