lunes, 24 de noviembre de 2014

El escritor Jorge Luis Borges, ¿un teólogo ateo?



En el marco la iniciativa "El Atrio de los Gentiles", el cardenal Giafranco Ravasi analiza la espiritualidad de uno de los grandes escritores agnósticos argentinos

El Consejo Pontificio para la Cultura del Vaticano organiza el evento Responsabilidad social y Borges-Trascendencia, en el marco de la iniciativa “El Atrio de los Gentiles”, que se llevará a cabo en Buenos Aires y Córdoba del 26 al 29 de noviembre 2014.

El Consejo Pontificio calza los pasos de Jorge Luis Borges (Buenos Aires 1899 – Ginebra 1986) que el mismo Papa Francisco ha definido “un autor de frente al cual uno se quita el sombrero”.

Los organizadores cuentan que “no es casualidad que en 1964, cuando el entonces joven jesuita Bergoglio enseñaba Literatura en el Liceo de la Inmaculada de Santa Fe, Argentina, hizo de todo para llevarlo a dar clase a sus estudiantes”.

A continuación proponemos algunos extractos del discurso del cardenal Gianfranco Ravasi, publicado en el diario italiano Avvenire, sobre la profunda espiritualidad de uno de los más grandes escritores agnósticos argentinos.

La fe de Borges

El presidente del Consejo Pontificio diseña un Borges que más allá de la etiqueta de “agnóstico” dada por sus críticos y retractores: es un hombre de una fe implícita. “Valiosa es la definición aplicada al escritor por un importante y simpatizante autor (italiano) como Leonardo Sciascia: ‘es el más grande teólogo de nuestro tiempo: un teólogo ateo”, cita Ravasi.

“Este oxímoron - continua- había sido desarrollado por otro admirador John Updike que dice: ‘si el cristianismo no ha muerto en Borges, sin embargo en él es latente y sueña caprichosamente”.

En su análisis teológico asegura que “Borges frecuentemente oscila entre ausencia y presencia, entre sueño y verdad. En efecto, escribía: “En las grietas, Dios vigila y espera…Dios mi soñador, continúa a soñarme”.

De aquí la idea del Consejo Pontificio de la Cultura de atravesar de nuevo el Atlántico. “Llevar el Atrio de los Gentiles a Buenos Aires y Córdoba para intentar dialogar sobre uno de los aspectos más debatidos y fascinantes de este gran escritor agnóstico: la dimensión trascendente escondida en sus obras”, asegura el dicasterio en una nota de prensa.

La Biblia influye en el universo borgesiano

“Los Evangelios - sostiene Ravasi- han sido una referencia capital para Borges. Es indiscutible, de todas maneras, que la Biblia haya ofrecido” al autor argentino “una especie de léxico temático, simbólico, metafórico, de arquetipo y hasta literario-retórico”. 

El cardenal recuerda la predilección del escritor por el libro de Job del Antiguo Testamento de la Biblia, que también pendula entre el “enigma temático” entre el mal y el dolor. “Se debe reconocer que Borges acoge un núcleo hermenéutico significativo de esta obra de la Biblia”, sostiene.

El “mundo bíblico” de Borges es reconocido por el cardenal Ravasi a través de citas  escrupulosas sobre el escritor de Ficciones, en las cuales constata “una repetición” de la secuela de la “crucifixión” y una “readaptación a la actualización”.

La influencia de la narración bíblica en Borges es definida por Ravasi como una “energía constantemente transformadora hasta hacer la historia sagrada primordial siempre nueva y eficaz”; entretanto, señala en la obra El Evangelio según Marcos de Borges un ejemplo de esta repetición y actualización.

Es así que del 26 al 29 de noviembre, en plena primavera austral, el Consejo Pontificio para la Cutural del Vaticano pone su tienda en la capital argentina, donde se realizarán encuentros, debates, espectáculos y muestras dedicadas a Borges y a otros temas de interés.

El cardenal Ravasi participará en los múltiples eventos, unidos por el mismo hilo conductor: comprender la espiritualidad del escritor argentino que apasionó también al Papa Francisco en su época de profesor de literatura.

¿Qué es el atrio de los gentiles?

“El atrio de los gentiles” es un iniciativa del Consejo Pontificio para la Cultura que cuenta con varias citas durante el año y en diferentes partes del mundo. Se trata de un espacio de encuentro y diálogo, un espacio de expresión para los que no creen y para los que se hacen preguntas acerca de la propia fe, una ventana abierta al mundo, a la cultura contemporánea.

Fuente : Aletelia

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